Tzompantli(1)

Con motivo del hallazgo del Gran Tzompantli México-Tenochtitlan
Con motivo del hallazgo del Gran Tzompantli México-Tenochtitlan

Son humos los hincados de agua y fuego(2),
les negaron la anemia del perdón,
porque el triunfo es un sordo frente al ruego.

La pelota(3) —ventura, decisión—,
otro cruce de entrega de los dones,
rebota bajo el rito de expiación.

Los sesos, al final, en armazones
se escurren, insinuando el señorío
por encima de hostiles poblaciones
que intenten susurrar el desafío.

 

(1) m. Altar que construían algunas culturas precolombinas del antiguo México, con la base decorada con cráneos tallados en piedra y estacas en la zona superior para ensartar la cabeza de los sacrificados.

(2) Agua y fuego. Difrasismo para guerra.

(3) El Tlachtli o juego de pelota mesoamericano, fue un deporte con connotaciones rituales, jugado desde 1400 a. C. por los pueblos precolombinos de Mesoamérica; se practicaba tanto en la vida cotidiana como en celebraciones religiosas.

Eva

Eva, de Alberto Durero
Eva, de Alberto Durero

Rota la piel por un jarrón de leche;
altas, las centinelas anudadas
y evita la hoja que la estrella endeche.

Noche y Serpiente, esencias ilustradas;
una: sirve de abrigo en la ocasión,
la otra: cede el escollo… ¡Desgraciadas!

Fueron tiempos sin hambre de razón,
tiempos de la medalla de honradez,
tiempos que eclosionaron en traición,
tiempos para vivir la desnudez.

La Bruja

La bruja (1640-1649), de Salvator Rosa

Detrás, el escenario depravado:
huesos molidos, triste calavera,
mantienen fresco al ángel olvidado.

Es la bruja, del diablo la escudera,
con una cruz saltándole la piel,
y un soplo, ansiando, en ruda cabellera.

Que el esperpento —falla de un dintel—,
calado con arrugas de crudeza,
y alegre, por la taza de la hiel,
fuera para el pintor, la audaz belleza.