Sea quizá la prima americana,
soy como una mujer de busto estrecho
y mido un seventesio más enana.

Entré por esta casa, sin acecho,
y la verdad que entré muy bien torcida
con tercetos en alto y de provecho.

No quiero ser acá la mal querida,
menos ser, del Soneto, la contraria;
aunque tenga mis años de nacida
abrigo cierta facha estrafalaria.

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