Anciano repugnante y antropófago.
Titán carente de piedad. ¡Astuto!
¡Mutila el cuerpo, llévalo a su esófago!
Enjuicia al heredero sustituto
que, derrotado, sangra y agoniza.
Así la usura extiende su tributo.
Para oprimir su trono descuartiza,
porque se fuga del temor enfático
que latente en el tiempo le utiliza:
¿Es acaso Saturno, un dios pragmático?